Para que todas las composiciones tuvieran una línea en común, se les aportó un punto azul de color a cada ilustración y sobre cada una se mostrarían los apellidos del referente, dando forma a un título y portada del trabajo individual de cada alumno, luego, al pasar la página se desvela tras la ilustración el nombre y el dato destacado junto a los años en los que estuvo esta persona en la institución.
El proceso fue completamente manual, desde la composición con tipos móviles hasta la encuadernación final.