El producto trata de unos zumos sin grumos con un toque ácido, que buscan venderse en cualquier época del año, siendo un producto nacional con puntos de venta físicos en grandes y pequeños comercios para que el usuario mediante el packaging pudiera acudir a rellenar su envase y no comprar siempre uno nuevo.
Tanto para el desarrollo del naming como el logotipado se ha transformado la sensación que dan estas frutas ácidas a una forma gráfica, como si la forma se encogiera de la misma forma en la que cerramos nuestros ojos y nos encogemos en el punto álgido de la acidez en la fruta que estamos comiendo.